Desmontando tópicos

Existe la opinión generalizada de que Japón es un país que, por lejano, resulta demasiado caro para el viajero y que lo complejo de su sociedad y su barrera idiomática lo convierten en casi inaccesible por la dificultad de hacerse entender y de comprender sus costumbres y cultura. Nada más lejos de la realidad, y en este capítulo titulado «Desmontando tópicos» te ayudaremos a rebatir estas creencias.

Una sociedad diferente

Se han escrito cientos, si no miles de libros en todos los idiomas sobre los patrones de conducta de los japoneses, comparándolos con los de europeos o norteamericanos. Muchos de esos textos son de autores occidentales que parecen sorprendidos de que exista un pueblo, muy avanzado social y técnicamente, que no tenga sus mismos hábitos y costumbres.

Si intentásemos ser objetivos y dejáramos de lado los prejuicios que todos arrastramos, tendríamos que reconocer que la sociedad japonesa demuestra que, para enfocar y solucionar una determinada situación o problema, casi cualquier punto de vista que se adopte puede ser adecuado. El viajero que llega al País del Sol Naciente podrá comprobar que existen muchas formas de hacer las cosas y comportarse tan efectivas y correctas como las que hasta ese momento consideraba como las únicas aceptables o posibles.

Un país muy lejano

Ciertamente, Japón se encuentra muy lejos del continente europeo y en concreto de España. Sin embargo, su lejanía no debe ser el obstáculo que nos disuada de conocer un país que ofrece lo que muy pocos pueden proporcionarnos. Hoy día, existe un buen número de compañías aéreas que ofertan un amplio abanico de vuelos rápidos y cómodos que nos trasladarán hasta alguno de los aeropuertos internacionales japoneses en unas pocas horas. Sin duda, un viaje al País del Sol Naciente es una experiencia que nunca nadie olvidará y que bien vale recorrer algunos miles de kilómetros.

Es caro volar a Japón

Los vuelos por avión a otros continentes no son, en proporción, más caros que un Puente Aéreo Madrid-Barcelona, aunque obviamente su precio es mayor que los que unen las principales ciudades europeas. Lo ideal, como siempre, es buscar y comparar diferentes ofertas con la suficiente antelación para seleccionar la compañía y fecha más idóneas. El coste de un billete de ida y vuelta a Japón, en clase turista y según la época y la línea aérea, varía entre los 500 y 1900 euros. Más adelante, en el apartado «Comprar el billete», se facilita más información sobre cómo adquirir un pasaje y los aspectos en que debes fijarte.

Un idioma imposible

La lengua japonesa es muy diferente de las occidentales y su escritura resulta para los no versados un verdadero jeroglífico indescifrable. Sin embargo, eso no debería ser un obstáculo que desanimara e impidiera al hipotético viajero conocer uno de los países más fascinantes del planeta.

Por un lado, la hospitalidad nipona obrará el milagro de hacerle olvidar ese teórico inconveniente. Por otro, en la mayoría de los lugares por los que te moverás, como la red de metros y las grandes líneas ferroviarias, los plafones informativos también están escritos en alfabeto latino, por lo que podrás leerlos sin demasiada dificultad dada la similitud fonética del japonés con el español. En el apartado «El idioma japonés» se dan algunas sencillas pautas para hacer mucho más fácil la comunicación durante tu estancia.

Es complicado y costoso encontrar hotel

Japón posee una de las ofertas hoteleras más completas y mejor gestionadas del mundo. Si llegas a una ciudad sin tener reservado un lugar para dormir, no te preocupes. En todas las estaciones ferroviarias, incluso en las más pequeñas, existe una oficina de información turística que te indicará y reservará el alojamiento del nivel que necesites, desde el más barato y sencillo al más caro y lujoso. Solo convendría que tuvieras una precaución, no llegar demasiado tarde, para que puedas elegir entre más opciones.

La variedad de establecimientos hoteleros en todo el archipiélago nipón es enorme. Existen hoteles pertenecientes a las grandes cadenas internacionales y otros gestionados por corporaciones niponas. Además, la red de alojamientos de estilo tradicional, los llamados ryokan, es muy extensa. Debes saber que en las grandes estaciones de tren se encuentran magníficos hoteles que resultan muy cómodos porque ni siquiera hay que salir del edificio de la estación para llegar a la recepción del hotel.

 

Es caro y difícil comer

A estas alturas del siglo XXI, ya no es necesario descubrir a nadie las excelencias de la gastronomía japonesa. Pero lo que sí vale la pena recalcar es que ni te será difícil encontrar un lugar donde comer, ni te resultará complicado pedir el menú que desees. Si es la primera vez que viajas a Japón, desconoces el idioma y te parece que no ves ningún bar o restaurante donde te encuentras, no desesperes. Estés donde estés, casi seguro que hay uno cerca.

Y eso de que resulta caro comer en Japón, no debes creértelo sin más. Como en todos los sitios, encontrarás restaurantes de altísimo nivel cuya carta está a la altura correspondiente, pero también descubrirás que es el país número uno del mundo, no solo en estrellas Michelin, sino también en número de pequeños establecimientos, con una calidad excepcional y a precios realmente muy ajustados.

 

Desmontando tópicos

Existe la opinión generalizada de que Japón es un país que, por lejano, resulta demasiado caro para el viajero y que lo complejo de su sociedad y su barrera idiomática lo convierten en casi inaccesible por la dificultad de hacerse entender y de comprender sus costumbres y cultura. Nada más lejos de la realidad, y en este capítulo titulado «Desmontando tópicos» te ayudaremos a rebatir estas creencias.

Una sociedad diferente

Se han escrito cientos, si no miles de libros en todos los idiomas sobre los patrones de conducta de los japoneses, comparándolos con los de europeos o norteamericanos. Muchos de esos textos son de autores occidentales que parecen sorprendidos de que exista un pueblo, muy avanzado social y técnicamente, que no tenga sus mismos hábitos y costumbres.

Si intentásemos ser objetivos y dejáramos de lado los prejuicios que todos arrastramos, tendríamos que reconocer que la sociedad japonesa demuestra que, para enfocar y solucionar una determinada situación o problema, casi cualquier punto de vista que se adopte puede ser adecuado. El viajero que llega al País del Sol Naciente podrá comprobar que existen muchas formas de hacer las cosas y comportarse tan efectivas y correctas como las que hasta ese momento consideraba como las únicas aceptables o posibles.

Un país muy lejano

Ciertamente, Japón se encuentra muy lejos del continente europeo y en concreto de España. Sin embargo, su lejanía no debe ser el obstáculo que nos disuada de conocer un país que ofrece lo que muy pocos pueden proporcionarnos. Hoy día, existe un buen número de compañías aéreas que ofertan un amplio abanico de vuelos rápidos y cómodos que nos trasladarán hasta alguno de los aeropuertos internacionales japoneses en unas pocas horas. Sin duda, un viaje al País del Sol Naciente es una experiencia que nunca nadie olvidará y que bien vale recorrer algunos miles de kilómetros.

Es caro volar a Japón

Los vuelos por avión a otros continentes no son, en proporción, más caros que un Puente Aéreo Madrid-Barcelona, aunque obviamente su precio es mayor que los que unen las principales ciudades europeas. Lo ideal, como siempre, es buscar y comparar diferentes ofertas con la suficiente antelación para seleccionar la compañía y fecha más idóneas. El coste de un billete de ida y vuelta a Japón, en clase turista y según la época y la línea aérea, varía entre los 500 y 1900 euros. Más adelante, en el apartado «Comprar el billete», se facilita más información sobre cómo adquirir un pasaje y los aspectos en que debes fijarte.

Un idioma imposible

La lengua japonesa es muy diferente de las occidentales y su escritura resulta para los no versados un verdadero jeroglífico indescifrable. Sin embargo, eso no debería ser un obstáculo que desanimara e impidiera al hipotético viajero conocer uno de los países más fascinantes del planeta.

Por un lado, la hospitalidad nipona obrará el milagro de hacerle olvidar ese teórico inconveniente. Por otro, en la mayoría de los lugares por los que te moverás, como la red de metros y las grandes líneas ferroviarias, los plafones informativos también están escritos en alfabeto latino, por lo que podrás leerlos sin demasiada dificultad dada la similitud fonética del japonés con el español. En el apartado «El idioma japonés» se dan algunas sencillas pautas para hacer mucho más fácil la comunicación durante tu estancia.

Es complicado y costoso encontrar hotel

Japón posee una de las ofertas hoteleras más completas y mejor gestionadas del mundo. Si llegas a una ciudad sin tener reservado un lugar para dormir, no te preocupes. En todas las estaciones ferroviarias, incluso en las más pequeñas, existe una oficina de información turística que te indicará y reservará el alojamiento del nivel que necesites, desde el más barato y sencillo al más caro y lujoso. Solo convendría que tuvieras una precaución, no llegar demasiado tarde, para que puedas elegir entre más opciones.

La variedad de establecimientos hoteleros en todo el archipiélago nipón es enorme. Existen hoteles pertenecientes a las grandes cadenas internacionales y otros gestionados por corporaciones niponas. Además, la red de alojamientos de estilo tradicional, los llamados ryokan, es muy extensa. Debes saber que en las grandes estaciones de tren se encuentran magníficos hoteles que resultan muy cómodos porque ni siquiera hay que salir del edificio de la estación para llegar a la recepción del hotel.

Es caro y difícil comer

A estas alturas del siglo XXI, ya no es necesario descubrir a nadie las excelencias de la gastronomía japonesa. Pero lo que sí vale la pena recalcar es que ni te será difícil encontrar un lugar donde comer, ni te resultará complicado pedir el menú que desees. Si es la primera vez que viajas a Japón, desconoces el idioma y te parece que no ves ningún bar o restaurante donde te encuentras, no desesperes. Estés donde estés, casi seguro que hay uno cerca.

Y eso de que resulta caro comer en Japón, no debes creértelo sin más. Como en todos los sitios, encontrarás restaurantes de altísimo nivel cuya carta está a la altura correspondiente, pero también descubrirás que es el país número uno del mundo, no solo en estrellas Michelin, sino también en número de pequeños establecimientos, con una calidad excepcional y a precios realmente muy ajustados.